En
muchas ocasiones, cuando uno se despista, dice lo que no quisiera, pero que
realmente piensa.
Esto
mismo es lo que, a finales del mes pasado, le ocurrió a Roja María Mateo,
administradora única provisional de Radio Televisión Española que, al igual que
ocurrió con la Ley Provisional del Poder Judicial, que fue promulgada hace cosa
de siglo y medio y permaneció vigente cosa de una centuria, lleva camino de
eternizarse en el puesto.
Pues
bien, la antigua periodista y actual propagandista mayor del reino dijo en sede
parlamentaria, refiriéndose al ente que pilota -hacia el desastre, a tenor de
las cada vez más escuálidas cifras de audiencia-, que se elaboró un plan
para prever la posibilidad de que una o varias de las sedes de Radio Televisión espantosa afrontasen un episodio de contagio importante.
Causa
finita, señoría.
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