Con cierta frecuencia le comento a mis familiares más próximos -en especial a mi padre, que es el que suelo tener más cerca- que debería dedicarme a ser comentarista político, porque las cosas que dicen los que se dedican a esto ya las he dicho, o al menos ya las he pensado, antes.
No pretendo atribuir todo el
mérito a una especial penetración intelectual, aunque supongo que algo habrá. Como
también habrá algo de sentido común, y el haber estado atento a la cosa
política durante el último cuarto de siglo o así.
El último ejemplo es el caso de
la ninistra de Mortandad, que ha cogido la costumbre de hablar de sí
misma en tercera persona -que si esta ministra por aquí, que si esta
ministra por allá- al relatar las cosas que he hecho o ha dejado de hacer. Algunos
días después de que servidor verbalizara esta característica de quien desde
ahora denominaré (o intentaré denominar) estaninistra, lo pusieron de
manifiesto en la radio.
Por ello, y por mucho más…
No hay comentarios:
Publicar un comentario