Hace ahora una semana -cuando acaba de triunfar su contrapartida municipal- fracasaba la moción de censura presentada contra el consejo de gobierno regional murciano. Se producía la esquizofrénica situación de que de los parlamentarios que fueron elegidos dentro de la lista del partido pomelo los hubo que votaron a favor de la moción, los hubo que votaron en contra… y, por haber, hasta hubo uno que se abstuvo.
Una vez aclarado el panorama, el
Partido Popular inició los movimientos para tener un gobierno estable para lo
que queda de legislatura. Y uno de esos movimientos fue elegir a una de las
expulsadas de Vox para la consejería de educación y cultura.
¿No queríais arroz?
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