martes, 23 de marzo de 2021

Reflexiones atemporales XLIII - Tocando las narices

Tengo algunos conocidos -quiero decir, gente a la que aprecio-, no muchos, que se consideran a sí mismos como de izquierdas. En su mayor parte son eso que yo llamo retroprogres y una conocida mía califica de burgueses de izquierdas (creo: hace tiempo que no hablamos del tema). Resumiendo: gente que se califica a sí mismos como de izquierdas pero que viven como nos gustaría vivir a los que nos consideramos de derechas. Un caso extremo de lo que digo serían el Chepas y su calientacamas, alias los marqueses de Villa Tinaja… a los que ni aprecio ni conozco; lo primero es improbable que cambie, y de lo segundo no tengo ninguna gana.

A lo que iba. Esa gente suele publicar en Facebook, compartiendo soflamas de grupos como Un millón de firmas en apoyo a Garzón  (antes al gran juez Baltasar Garzón… apenas pasan de la mitad) o Seguidores de Julio Anguita (si don Julio levantara la cabeza, se volvía a morir al ver el nivel de los que dicen seguirle). Soflamas que, para uno de derechas, resultan mentiras flagrantes o tergiversaciones galopantes.

Inicialmente contestaba directamente al conocido en cuestión (en general, sólo postea uno). Pero como el hombre no reaccionaba, y una de las cosas más divertidas de este mundo es ver revolverse a un giliprogre -gente que carece de los sentidos octavo y noveno (el sexto sería la intuición, y el séptimo el común), es decir, el del ridículo y el del humor (o viceversa)-, últimamente me dedico a rastrear la fuente original y a responder allí.

Y aunque no siempre provoco reacciones, cuando lo consigo la intensidad de las mismas compensa el esfuerzo (que no es demasiado, la verdad).

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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