Como todos los autócratas, los golpistas catalanes se manifiestan convencidos de hablar en nombre del pueblo al que dicen representar. Como todos los autócratas, nada más lejos de la realidad.
En la visita que Su Majestad el Rey, a quien Dios guarde muchos años, ha realizado a Cataluña, las organizaciones secesionistas -tanto la sedicente y sediciosa Asamblea Nacional Catalana y Omnium Cultural como el propio consejo regional de gobierno- pretendían reventar la visita del monarca.
Pero a la concentración
convocada no ha asistido ni una docena y media de personas; y en cuanto a las
autoridades, el jefe de la policía regional se ha cuadrado ante el Jefe del Estado (como
debe de ser). Que es decir como ante el Estado mismo, puesto que el Rey simboliza su unidad y permanencia.
Probablemente, al haber probado ya las mieles de la cárcel, no tenga ganas de volver a la misma…
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