La izquierda, en general, nunca ha tenido mucha vergüenza. Últimamente, parece que también han perdido cualquier asomo de sentido del ridículo que pudieran haber poseído.
En esto, los comunistas son
peritos. La líder esa actual, Egolanda, ya ha dado sobradas
muestras de que no importa el calibre de la tontería que esté soltando, lo hará
con total seriedad y solemnidad. Lo hizo con lo de promover el concepto de matria,
y hace algo más de un mes se despachó diciendo que toda política es política climática y la justicia social también es climática.
Tengo que reconocer que cuando
copié el enlace no me leí ni una línea del artículo. El mero titular me pareció
una bobada tan grande que no vi necesidad de hacerlo. Ahora que toca publicarlo
lo he hecho, y os lo resumo en tres palabras.
Bla bla bla.
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