jueves, 13 de enero de 2022

Proceso al proceso (343)

Las élites separatistas catalanas (entiéndase que pertenece a la élite todo aquel que tiene su tafanario bien aposentado en una poltrona con cargo al presupuesto) han azuzado tanto a la bestia (aquí hay que incluir a todos los que no son élite según el criterio expuesto anteriormente) que ésta, enardecida, reclama más carnaza continuamente.

Y claro, para no ser devorada por el monstruo que ella misma ha contribuido a crear, la élite tiene que hacer cosas, que moverse, que hacer gestos… aunque muchas veces no sea más que postureo.

Dentro de esto es donde encuadro la prisa que tiene el separatista cuyo apellido le delata históricamente por reunir la mesa de diálogo entre el desgobierno socialcomunista que tenemos la desgracia de padecer y los dirigentes separatistas.

En cuanto a las presiones a las que alude el titular, que no se concretan demasiado en el artículo, no alcanzo a imaginar cuáles pueden ser. Aprobados los presupuestos del Estado, el psicópata puede, impermeable a todo, seguir detentando el poder hasta el final de la legislatura. Y para eso quedan casi dos años.

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

No hay comentarios: