No es sólo el desgobierno socialcomunista que tenemos la desgracia de padecer el que primero critica y luego sigue las medidas tomadas por el consejo de gobierno de la comunidad de Madrid. Otros dirigentes de izquierdas, con menos responsabilidad territorial pero la boca igual de suelta, han seguido el mismo camino.
Es el caso de Emiliano García-Page,
presidente del consejo de gobierno de Castilla-La Mancha, que no hace tanto calificaba
a Madrid como bomba vírica, y que ahora se ha unido a la corriente de
Isabel Díaz Ayuso para que los vacunados no tengan que guardar cuarentena tras
haber estado en contacto estrecho con un contagiado con ómicron, teniendo en
cuenta las bajas consecuencias hospitalarias que está teniendo esta
mutación del virus causante de la Covid-19.
En semejantes términos se está
moviendo el minorista de anchoas que preside la tierra de mis mayores (por
parte paterna), que tiene el cuajo de pedir no estigmatizar a Cantabria
después de asegurar en Marzo que Madrid iba a ser una bomba. Así las
cosas, no es de extrañar que casi por donde pasa la presidente de la comunidad
de Madrid se oigan voces reclamando que quieren una Ayuso para su
tierra.
Por ello, y por mucho más…
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