Los necionanistas catalanes están tan ocupados mirándose el ombligo que no tienen tiempo de sentirse abochornados por sus propias declaraciones.
Tomemos el caso del
ayuntamiento de Vich. La plataforma Escuela de Todos solicitó la
instalación de una carpa informativa en favor del bilingüismo en las escuelas y
el objetivo de que todos los centros de enseñanza de Cataluña acaten la
resolución judicial avalada por el Tribunal Supremo que dicta que el veinticinco
por ciento de la enseñanza se debe impartir en español.
Pues la alcaldesa, una jotaporcata
cuyo apellido -Erra- demuestra que a los secesionistas les delata hasta
sus apellidos (el que no es aragonés es un rufián, y la que no está equivocada)
denegó la solicitud acogiéndose al artículo 96 de las ordenanzas municipales
relativo a la ocupación de la vía pública. Según dicho artículo, no se
autorizará ninguna licencia para ejercer en la vía pública actividades
contrarias a la moral, a las buenas costumbres ciudadanas o al orden público.
Claro, que en la Cataluña secesionista el reclamar el cumplimiento de las resoluciones judiciales supone una alteración del orden público, porque hay quienes empiezan a quemar contenedores en cuanto se les menciona tal posibilidad.
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