Si quieres que algo no avance, dice el saber popular, crea una comisión. Si quieres que retroceda, añado yo, crea una norma que regule innecesariamente la materia.
En eso, la izquierda patria es doctora (iba a
poner perita, pero la cosa se les queda corta). No sólo crean normas sin
parar, sino que la técnica legislativa es deficiente y encima suelen
contradecirse unas con otras. El resultado es un marasmo burocrático en el que
los ciudadanos son los grandes perjudicados.
Es lo que ha sucedido con el Real Decreto
666/2023 (anda que no habrá números), de medicamentos veterinarios, que vino a
regular un sistema que funcionaba perfectamente. Ahora, la cosa es un caos, faltan medicamentos y hay retrasos de hasta treinta días.
Y esto, gracias a un desgobierno socialcomunista que tenemos la desgracia de padecer y que, decía, quería defender a los animales.
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