Dentro del caos que fue la adquisición de los últimos volúmenes de la saga, éste fue un caso especial.
Como ya he dicho, la publicación de la
colección fue, siendo suaves, mejorable. Hace quince años me quedé sin poder
adquirir los cuatro últimos volúmenes. Dejé la cosa dormida, y de tanto
en cuanto me daba por buscar en Internet, a ver si lograba encontrarlos. Y hace
ahora casi ocho años exactos, y siete después de la publicación inicial, logré
hacerme con esta novela, lo que me permitió mantener intacta la esperanza.
Centrándonos en la novela, es una en la que
apenas aparecen los líderes del grupo -la nueva orden jedi- que da nombre a la
saga, esto es, Luke Skywalker y su esposa, Mara Jade. El peso de la trama
recae, por un lado, en Corran Horn y Tahiri Vela, y por otro en tres miembros
de la familia Solo (Han, su esposa Leia y su hija Jaina).
La novela es un poco tramposa, en el sentido
de que el autor da a entender que hay algún tipo de relación entre Zonama Sekot
y los yuuzhan vong. Es más, uno de los personajes -la científica Nen Yim, de
los yuuzhan vong- descubre cuál es esta relación, pero muere antes de poder
revelar a los lectores de qué se trata.
Mientras, los Solo se ven metidos en una de
esas batallas espaciales que tanto nos gustan a los aficionados de esta saga,
una batalla en la que todo parece a punto de irse al traste -varias veces,
además- para la Alianza Galáctica pero que, finalmente, acaba como debe: es
decir, con el triunfo de los buenos. Lo cual es lógico, porque si nos
quedamos sin héroes, nos quedamos también sin saga.
Cuando acaba la novela, todas las piezas están ya situadas para la partida final. Si sólo la traducción y la edición hubieran sido un poco mejores…
No hay comentarios:
Publicar un comentario