martes, 3 de junio de 2025

Reflexiones atemporales CCLXII – Misterios de la evolución

Esta es otra de esas ocasiones en que, a seis semanas vista, escribo notas sobre un par de temas que, en el momento de apuntarlos, considero que están relacionados; pero que, cuando por fin llega el momento de escribir, no logró recordar qué puñetera conexión había entre ambos temas. Vamos a ello.

El primero es que cada vez que hay una catástrofe, real o imaginada -la idea me surgió, no hace falta decirlo, tras el apagón en España de finales de Abril-, la gente se lanza a las tiendas a por, sobre todo, papel higiénico. Debe ser alguna especie de compulsión atávica la que impele a algunos seres humanos a entrar en la eternidad -por no hablar de presentarse ante el Altísimo, en el caso de los creyentes- con el culo limpio.

La segunda idea me vino a la mente un Viernes, volviendo en coche de hacer la compra (semanal) en el Carrefour Vi a una urraca caminando a saltitos antes de emprender el vuelo y pensé en cómo demonios, por muchos millones de años que transcurran, se pudo llegar a eso partiendo de un pez (por no hablar de un trilobites o similar). Naturalmente, sé perfectamente que la cosa no se produjo de repente, sino que hubo innumerables pasos intermedios -muchos de ellos conducirían a callejones sin salida-, pero el pensamiento estaba allí.

Salvo la contraposición entre Fe y ciencia, no veo relación entre los dos temas, la verdad...

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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