Que las encuestas -o, por mejor decir, los resultados que pretenden hacer pasar con deducidos de las mismas- del Centro de Investigaciones Sociológicas son más falsas que un euro de corcho lo demuestra, sobre todo, el hecho de que el psicópata de la Moncloa no convoca elecciones ya mismo, sino que sigue al frente del desgobierno socialcomunista que tenemos la desgracia de padecer.
Hay otro dato a favor de semejante truño que
pagamos todos los españoles. Como suelen decir los expertos -sobre todo,
una vez celebrados los comicios-, la única encuesta que de verdad vale es la de
las urnas, la de los resultados electorales. Mientras tanto, habrá que atender a
lo que dice la gente cuando su opinión se toma tal cual es, sin filtrarla ni
cocinarla.
Y lo que ocurre es que mientras que el galgo
de Paiporta no puede salir a la calle ni en un escenario preparado, porque como
poco le silban y, a poco que se descuide, le corren (literalmente) a palos, Su
Majestad el Rey de España, a quien Dios guarde muchos años, o la presidente de
la comunidad autónoma de Madrid, reciben vítores y muestras de afecto allá donde van.
El muro que Sánchez dijo que levantaría va a ser para protegerse detrás de él, al paso que vamos.
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