Vamos por partes: si alguien tiene próstata, es un varón, aunque se sienta o perciba mujer, koala o ficus. Es decir, que tiene un problema mental de tres pares de narices, dicho sea con todos los respetos (a los psiquiatras).
Si además, en un partido de fútbol -benéfico,
para más señas- le sacudes una patada a un contrario que le dejas tendido en el
suelo revolcándose de dolor -no era del Farça, así que puede que doliera
de verdad-, y en lugar de disculparte dices con toda la chulería y displicencia del mundo ¿Qué polémica ni que ocho cuartos? Pues una patada normal de que
pasa por el balón y se te escapa el pie, no tienes un problema, tienes dos.
El segundo es de educación elemental. Además de un ego como el cerrojo de un penal.
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