viernes, 3 de octubre de 2025

Comportamiento infantil e inmaduro

Nacido a mediados del siglo XIX, antes de que Abraham Lincoln verbalizara el hecho de que es imposible engañar a todos siempre, el marxismo cree, en su mundo de ilusión, que tal cosa es posible.

Quizá fuera así hace doscientos años. Hoy, con un mundo hiperconectado en el que casi todo se conoce casi al instante, tal objetivo es virtualmente inalcanzable. Hay, sin embargo, quienes sí creen poder hacerlo, porque se consideran más inteligentes que los demás o porque piensan que el resto del mundo es una panda de necios.

Es el caso del desgobierno socialcomunista que tenemos la desgracia de padecer, que para consumo interno de sus bases más exaltadas proclamó la decisión de un embargo de armas a Israel -esa manía de la izquierda de llamar embargo a todo, cuando la medida consiste realmente en tomar la opción suicida de dejar de comprar armas a los hebreos-, pero que inmediatamente, ante la insuficiencia (o la inseguridad) de los apoyos parlamentarios para sacar adelante la medida (unos por considerarla muy drástica, y otros demasiado blanda) optó por retrasar la aplicación efectiva de la misma.

Quieren engañar a todos todo el tiempo y no engañan a nadie.

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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