Si en la primera entrada de hoy hablaba de plantar cara a los matones en sentido nacional, en esta toca hacerlo de no hacerlo en sentido regional.
Porque ahora resulta, según el jefe de información de la policía regional catalana que no se detuvo a Cocomocho para no provocar desórdenes públicos. Pero ¿qué desórdenes, por amor de Dios? ¿Los de una república que no existe porque duró ná y menos? ¿Los de un prófugo que se escapó escondido en el maletero de un coche? ¿Los de unos golpistas que alegaron poco menos que genocidio cuando las fuerzas del orden intentaron impedir la celebración de un patochada no sólo ilegal, sino inconstitucional por varias razones?
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