Al parecer, hay un pequeño detalle que diferencia a los dos miembros del dúo Picapiedra. Mientras que Pedro le tiene un poco de respeto (o de miedo) a Europa, a Pablo le da lo mismo. Me explico.
Tanto
uno como otro quieren controlar el poder judicial. El suciolisto, quizá
para la eventualidad de que el horizonte penal que merecen el y su desgobierno
se convierta en una realidad. El neocom, por pura ideología: ya lo
anunció, cuando dejaba de ser un reventador de actos universitarios para comenzar
a ser un político profesional con sueldo, dietas, asistentes y demás gabelas.
No
les costó por tanto en absoluto ponerse de acuerdo para consumar la
prostitución del sistema de elección de los miembros del Consejo General del
Poder Judicial que ya comenzaran los de la mano y el capullo hace
treinta y cinco años. Pero, ombliguistas como son -un rasgo más que comparten
con los golpistas catalanes-, no pensaron que les fuera a pasar a ellos lo que
les ha pasado a polacos y húngaros: que Europa les dijera no, majos, por ahí
no se va.
Ante
el chsssst de Bruselas, Sin vocales reculó, siquiera de momento. Chepas
no: a él Bruselas no se le da una higa, y por eso no ha tenido en discrepar en
público con Pdr Snchz y pedir mantener la propuesta de reforma del
sistema electoral.
Y éstos eran, no me cansaré de repetirlo, los que iban a hablar con una sola voz.
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