Los muchos rasgos que inhabilitan a Fernando Simón para ocupar la alta responsabilidad que ostenta se podrían resumir en uno solo: no saber estar.
Por
si no hubiera ya metido muchas veces la pata con comentarios inoportunos o
desafortunados, la última -de momento, porque habrá más mientras el desgobierno
socialcomunista le mantenga donde está- ha sido abandonar una rueda de prensa
para contar chistes de enfermeras en YouTube.
Por
si no estuviera ya el horno para bollos -no es momento de ponerse a contar
chistecitos, por más graciosos que puedan ser-, encima tiene que hacerlos de enfermeras.
Y el interfecto pretende arreglarlo pidiendo disculpas por lo que califica como
una broma muy tonta.
No,
Fernando, no: lo que no es ninguna broma, ni tampoco ninguna tontería, ni tiene
la más mínima gracia, es que sigas en el puesto que ocupas sin que nadie te
cese o tú mismo, si tuvieras siquiera un adarme de dignidad, dimitas.
Por
ello, y por mucho más…
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