sábado, 14 de noviembre de 2020

Coronavirus (244)

La noticia de que la compañía Pfizer tenía prácticamente lista una vacuna que parece efectiva contra la Covid-19, además de generar una miríada de chistes -como que al ser, además, la empresa que sacó la Viagra, demuestran tener más ganas de salir por la noche que Joaquín Sabina- han dado alas a la esperanza de la gente normal… y a las declaraciones triunfalistas de los políticos, aunque de eso ya he hablado (y de la -nula- confianza que me inspiran).

Una de las declaraciones del CEO de la empresa que más me ha gustado ha sido que rechazó subvenciones para desarrollar su vacuna, no solo del Gobierno de EE.UU., sino tampoco de otros gobiernos que lo ofrecieron porque si recibes dinero de alguien viene con cadenas. Quieren ver cómo vamos a progresar, qué tipo de movimientos vas a hacer. Quieren informes. No quería tener nada de eso.

Estas declaraciones, viejas de dos meses, no han sido obstáculo para que el resultado del espermatozoide más veloz proclamara, rimbombantemente, que

Cuando hayamos vencido al virus, no olvidemos que nos salvó la responsabilidad individual, la sanidad pública y universal y la ciencia... mientras la (ultra)derecha pedía privilegios fiscales, recortes y libertad para contagiar.

Porque es en una economía capitalista, donde la iniciativa privada puede desarrollarse libremente y florecer, donde se alcanzan estas cosas. En una economía (entendámonos) socialista o (peor) comunista, como la que persiguen Echeminga y sus compinches, tal cosa es imposible.

Por ello, y por mucho más…

¡¡¡EL GOBIERNO ES RESPONSABLE!!!

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