Para los pijiprogres europeos, en la política estadounidense los demócratas son los buenos y los republicanos los malos. Como casi todas las concepciones de esa gente, profundamente errónea.
Para empezar,
porque pocas cosas habrá más conservadoras que un demócrata del Sur. Para
seguir, porque -de esto me he enterado hace relativamente poco- fueron los
demócratas los que montaron un fraude electoral que llevó a la Casa Blanca al
presidente más sobrevalorado de, al menos, la segunda mitad del siglo XX. Y,
para terminar, porque tan tolerantes y respetuosos como son, han
iniciado una caza de brujas creando una lista de simpatizantes pro Trump.
Y lo peor
es que esto no está promovido por ciudadanos normales, o por organizaciones,
sino que está respaldado por gente como Alexandra Ocasio-Cortez, otra política
cortada por el mismo patrón que Qué-mala Harris, la que parece que será
la vicepresidente con más poder de la historia reciente del país.
Para echarse
a temblar, vamos…
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