El problema de los que se creen muy listos es que a veces se pasan de listos. No creo que ese sea el caso del filósofo perico -quiero decir, no me parece que se tenga a sí mismo por un genio-, pero quizá sí de su jefe de filas.
Porque al
dejar de ser miembro del consejo de ninistros y no ser siquiera
parlamentario, es un ciudadano de a pie, una persona perfectamente normal (y
que me perdonen los normales por incluir entre ellos a semejante
individuo). Ha dejado por tanto de estar aforado -anacronismo éste donde los
haya-, por lo que ya no hacen falta suplicatorios ni tribunales especiales para
juzgarle.
Circunstancia
que ha aprovechado la Asociación Nacional de Víctimas y Afectados por el
Coronavirus (ANVAC) para presentar la primera querella contra él por este tema tras
dejar de estar aforado. La asociación ha dirigido la querella también contra el
director del CCAES, Fernando Simón, otro que tal baila.
Por ello, y por mucho más…
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