Hace ahora casi un año, el giliprogrerío, al grito de el machismo mata más mujeres que el virus, se negó a suspender los aquelarres feminazis del 8 de Marzo. Según el portacoz científico del desgobierno socialcomunista que tenemos la desgracia de padecer, en España no se producirían más allá de uno o dos casos, y preguntado por el consejo que le daría a un hijo suyo si le preguntara si debería o no ir al suprascrito aquelarre, contestó que no le aconsejaría en ninguno de los dos sentidos.
Un año
después, tras aquel ejercicio de anteponer la ideología a las vidas ajenas -algo
por lo que en dos líneas me llamaron imbécil, estúpido y gilipollas-, algunos
no parecen aprender, además de seguir con la incoherencia y los bandazos. El delegado
del desgobierno en Madrid ha decidido permitir un nuevo aquelarre el próximo 8
de Marzo, con un límite de quinientas personas. Yo, francamente, no limitaba la
asistencia: con un poco de suerte, el nivel de inteligencia media español -no
digamos entre las mujeres- aumentaría vertiginosamente.
Por ello, y por mucho más…
No hay comentarios:
Publicar un comentario