Dicen por ahí que la prueba más palmaria y evidente de la efectividad de las vacunas contra la Covid-19 es la cantidad de políticos que se están saltando el orden (que ellos mismos han establecido) para que se les administre.
En la
diputación de Albacete han ido un paso más allá. Fuentes del propio entorno de
la Diputación socialista de la provincia han denunciado a la prensa que se ha vacunado a cerca de treinta administrativos, técnicos de sonido, conductores,
pintores o jardineros. Todos pertenecientes a grupos de riesgo e insustituibles…
al menos, en Albacete.
Por ello, y por mucho más…
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