A principios de mes saltaba la noticia de que la calientacamas de Villa Tinaja se gastaba parte de los fondos para las campañas electorales de los neocom en pagar el sueldo a una exdiputada de su formación -que además es mandabastante en su cortij… estoooo, el ninisterio de Losmismodáquedalomismo- para que cuidara a sus hijos durante los mítines electorales.
Cuando la
administración de Justicia empezó a investigar tan reprobable -si la hubiera
hecho alguien de la derecha, claro; ya veremos que en la izmierda las
cosas son distintas- conducta, así como si el Chepas cobró costas
procesales irregularmente alegando que -ya llegamos a la óptica zurda,
aunque también podríamos llamarlo estrabismo de izquierdas- son cuestiones de índole personal.
A ver cuándo se enteran este par de dos que las personas públicas -por una vez, he de reconocer que, aunque menos descriptivo, resulta también menos ofensivo que llamarles hombres públicos y mujeres públicas, o cargos públicos y cargas públicas- no tienen cuestiones de esa índole: todas son de índole pública.
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