Madrid, rompeolas de las Españas, es donde se estrellan todos los intentos del desgobierno socialcomunista que tenemos la desgracia de padecer en su afán por descabalgar de la joya de la corona popular a Isabel Díaz-Ayuso. De acuerdo que gobernar en Andalucía no es poca cosa, y que probablemente les escueza que alguien ose regir un territorio que consideran suyo por derecho (o por izquierdo); pero como la alternativa sería que gobernara la líder esa, al psicópata de La Moncloa se le atraganta menos.
Porque la presidente de la comunidad de Madrid hace cosas; y consigue cosas, por causalidad según algunos, por causalidad según otros. Cómo serán las cosas que los hosteleros del barrio más independentista de Barcelona, hartos de las restricciones por la pandemia, gritaban a finales del mes pasado Ayuso ven aquí; y menos de una semana después, con las protestas de los hosteleros extendiéndose por España, era el Albacete donde los dueños de los bares clamaban Queremos una Ayuso. No iba a dar abasto, la pobre…
Por ello, y por mucho más…
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