El problema de la derecha española -léase: del PP, porque Vox todavía tiene un recorrido bastante corto- es, además de su complejo de inferioridad moral frente a la izquierda -complejo absolutamente infundado, como todos los complejos-, que piensan qu tod se reduce a gestionar bien (hacerlo mejor que la izquierda es bastante fácil), y que con eso bastará para que la gente les vote.
Pero hay algo más. Se trata de
defender unos valores, unos principios, una concepción del mundo. Si a mediados
de la década pasada los del partido del charrán sufrieron un chorreo de votos a
derecha e izquierda no fue porque gestionaran mal el desastre económico que
supuso para España el modo en que el rodrigato afrontó (es decir, no
afrontó) la crisis financiera de hace quince años.
No: se debió a que dejaron de defender
los principios que encarnaban. Para ganar, no basta con esperar a que el contrario
meta la pata, hay que ser proactivo y, sobre todo, no dar ningún voto por ganado…
…error en el que han caído frecuentemente los peperos.
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