Con lo socialistas españoles, mi eterna duda es si son más tontos que malvados o más malos que estúpidos. Esta frase no tiene nada que ver con el resto de la entrada, pero así demuestro que soy capaz de sacar la política aunque el tema no venga a cuento.
Con demasiada frecuencia, me encuentro
objetos dejados fuera de los contenedores de reciclaje de papel o vidrio. La cosa
ya sería criticable aunque dichos objetos fueran cartones o botellas que, bien
por estar ya llenos los contenedores, bien por ser demasiado grande el objeto y
no caber por la boca -aunque hay modos de abrirlos por la parte de atrás, al
menos los modelos más antiguos-, no pueden ser depositados en el interior de
los mismos.
Pero es que te encuentras de
todo: colchones, bolsas de basura, parrillas eléctricas modelo George Foreman…
de todo. Y es entonces cuando, además de sulfurarme, me asalta una duda: ¿la
gente es más cochina que perezosa, o más comodona que sucia?
Porque, como solían decirnos de pequeños,
seguro que eso no lo hacen en su propia casa.
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