El Domingo pasado hubo elecciones municipales en toda España, y regionales en doce comunidades autónomas. No se celebraron en las tres histéricas, en Andalucía y en Castilla y León.
Como es costumbre, haré un
análisis rápido de los resultados, pero antes una consideración. Me toca las
narices, por no decir algo más abajo, el hecho de que las elecciones regionales
(en algunos casos) o nacionales no se celebren, como las municipales o las
europeas, con un plazo fijo e inmutable como pasa, por ejemplo, en Estados
Unidos. Si los resultados no son claros o favorables, ajo y agua y a resistir
cuatro años (o el tiempo que fuera el establecido).
El Partido Popular ha ganado las
elecciones, sin paliativos. Ha conseguido más votos, ha conservado lo que tenía
y ha conquistado plazas regidas por la izquierda. Ha habido sorpresas, como la
mayoría absoluta en el ayuntamiento de Madrid, que algunos consideraban
(considerábamos) dudosas o difíciles. Bien es cierto que, dado el desgaste del
desgobierno socialcomunista y la ristra de escándalos (internos y externos) de
los de la mano y el capullo en este ultimo mes lo tenían fácil, pero había que
conseguirlo.
El PSOE, en general, ha perdido. Conserva
una comunidad autónoma (Castilla-La Mancha) con mayoría absoluta, pero por la
mínima; otra, Asturias, con ayudas y todavía no seguro; y en la tercera,
Navarra, necesita a los terroristas, que les harán pasar las horcas caudinas.
Eso, en cuanto a las comunidades autónomas, porque en cuanto a los
ayuntamientos conserva pocos, y en muchos no es ni siquiera la primera fuerza
de la izquierda.
Vox ha tenido un resultado
dispar. Por un lado, ha conseguido entrar en todos los parlamentos regionales,
y su concurso será imprescindible en la mayoría para formar mayorías gobernantes.
Por otro, ha retrocedido en Madrid, tanto en el ayuntamiento como en la
comunidad, y su concurso no será necesario.
Los neocom, en sus
distintas variantes, se la han pegado, tanto más cuanto más antiguos, salvo en
el caso del nonato Sumar, cuyos patrocinados se han estampanado de mala manera,
demostrando que el tucán de Fene es un bluf de proporciones mayúsculas.
Y el otro triunfador es el
partido de los terroristas, que avanza tanto en Navarra como en Vascongadas, y
que como la serpiente que es, va camino de devorar a quien lo alimentó pensando
que podría controlarlo.
Un par de comentarios finales. El
primero, que mientras que el portavoz ierreceo en el Congreso y el presidente
regional catalán tienen apellidos que delatan su catadura moral o su origen
histórico, respectivamente, la portavoz de los de la mano y el capullo es todo
lo contrario a su apellido, porque siempre sale con una cara que agriaría la
leche, la nata, la mayonesa y lo que se le pusiera por delante.
El segundo, que iba a haber
comentado en esta entrada la sorprendente convocatoria anticipada de
elecciones, pero lo dejo para mañana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario