El comportarse como un chuloputas -es lo que tiene ser yerno de un propietario de saunas para homosexuales, supongo- trae consecuencias cuando sales de tu barrio y te aventuras en territorio extraño.
O dicho de otra manera, el
incumplir compromisos tiene repercusiones en el ámbito internacional. Y si el
psicópata de La Moncloa se niega a pagar a las empresas e inversores del sector
de las energías renovables, resulta que cuatro títulos de deuda soberana española han entrado en default técnico, por un importe de más de novecientos
millones de euros.
Con ser malo, peores son las posibles consecuencias, ya que este escenario puede desencadenar una tormenta en los mercados, encareciendo el coste de financiación de la deuda soberana española.
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