Los hay que no aprenden. Y entre esos ígnaros, esos bobos solemnes, esos estúpidos de manual, esos tarados mentales, se encuentran los políticos españoles de izquierdas. Que, o bien tienen un cociente intelectual con valores negativos, o bien tienen una tez cuya nivel en la escala de Mosh supera con mucho el diez.
Porque
no cabe hacer las cosas tan mal, tan desastrosamente mal, tan criminalmente
mal, tan letalmente mal, como las está haciendo este desgobierno socialcomunista
que tenemos la desgracia de padecer al Sur de los Pirineos y al Norte de Gibraltar
(añadiendo las Islas Canarias, Ceuta y Melilla), y que cuando participen en un
acto en el que el público use de esa libertad de expresión que tanto molesta a
estos liberticidas cuando no les bailan el agua no vayan a ser abucheados y se reclame su dimisión, o se pida el ingreso en prisión del filósofo perico y del portacoz
científico del consejo de ninistros. Y mientras, se manifiesta el respaldo a Su Majestad el Rey, a quien Dios guarde muchos años, a quien se
aclama y se dedican vivas.
De ello, y de mucho más…
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