Es poco probable, por no decir imposible, que alguna vez me dedique profesionalmente a la política. No porque carezca de mala leche con el adversario -de eso creo haber dado muestras sobradas en este blog, y más que pienso seguir dando-, sino por mi incapacidad para mantener la boca cerrada.
Hace
un par de meses se preguntaba, en sede parlamentaria, a la calientacamas
del Chepas que cuál era la utilidad del ninisterio de tanto da que da lo mismo, que ella encabeza. La respuesta de la interfecta no tiene desperdicio:
Sirve para que todos los españoles sepan que los que piensan, como ustedes dicen, que la violencia no tiene género, están fuera de la ley.
¿No sé si alguna vez se han preguntado para qué sirven sus ideas y sus políticas? Su racismo, su machismo contra muchísimas mujeres especialmente vulnerables, por ejemplo, inmigrantes, trabajadoras del hogar que seguramente trabajan en muchas de las casas de diputados y diputadas que estamos hoy aquí.
Repasemos.
En el primer párrafo queda demostrado el concepto que los neocom tienen
de la libertad de opinión, porque si opinas de modo distinto a ellos estás,
según esta buena para nada, fuera de la Ley. En cuanto al segundo
párrafo, parece confesar, quizá inadvertidamente, que en su casa hay trabajadoras
del hogar: a la par poco igualitario (¿qué pasa, no hay trabajadores
varones, no los concibe acaso?) y de lo más castizo (hay que ver, los
defensores de la gente con servicio doméstico).
Vamos,
que la conclusión lógica hubiera sido responderle es decir, para nada salvo
para forrarse usted el bolsillo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario