Vamos a admitir, como base argumental, que son las comunidades autónomas las que deben llevar la gestión sanitaria contra la pandemia. Vamos a aceptar también que todas sin excepción, y las gobernadas por el Partido Popular las primeras, lo están haciendo de pena. Asumamos finalmente que, por lo tanto, las críticas del desgobierno socialcomunista y las drásticas medidas que han tomado (en alguna comunidad en particular, no en todas ni en las que peor están) son necesarias y justificadas.
El
problema es que, como en los tebeos de Astérix, no toda España está ocupada por
las comunidades autónomas. Hay dos ciudades que no resisten al virus invasor,
pero cuya capacidad asistencial depende directamente del Estado. Y mientras en Melilla
los médicos declaran que la situación es insufrible, en Ceuta la pésima
gestión del filósofo perico hace que presente las peores cifras de toda España.
Por
ello, y por mucho más…
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