Hasta donde sé, suele considerarse la Segunda Guerra Mundial como la contienda más salvaje que ha habido. En número total de víctimas, desde luego; en repercusiones para los no combatientes, también. Ahí están las cifras del Holocausto, por ejemplo.
Sin
embargo, en cuanto a inhumanidad puramente militar, creo que la de la Primera
Guerra Mundial fue mayor, sobre todo en el frente occidental. Durante prácticamente
cuatro años, cientos de miles (¿millones?) de soldados estuvieron prácticamente
sin moverse del sitio, viviendo y muriendo en dos líneas de trincheras. Aquello
no fueron una serie de batallas: aquello fue una carnicería, un matadero, una
salvajada.
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