Lo peor del desgobierno socialcomunista que tenemos la desgracia de padecer no es que sean una panda de ineptos. Viniendo de la izquierda española, eso es algo que se les presupone, como el valor a los soldados.
No,
lo peor es la absoluta falta de escrúpulos, tanto de los que los dirigen -en
éstos, rayando con la psicopatía- como de los que son dirigidos. Nada les
importa, salvo seguir en la poltrona, atribuirse los aciertos -si los hay- y echar
a los demás la culpa de los errores que el desgobierno perpetra.
Un
ejemplo claro de esto que digo -habrá quien me adolezco de sesgo de
confirmación- es el hecho de que en algo tan importante como la llegada y
administración de las vacunas contra la Covid-19, el desgobierno ha decidido privar
de las mismas a las comunidades autónomas. No para gestionarlo mejor, qué va,
sino para rentabilizar en solitario su campaña de márquetin.
Por ello, y por mucho más…
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