Inútil, psicópata, prepotente, cobarde, miserable y, además, fatuo. Todos esos rasgos retratan perfectamente a Sin vocales, la persona que nunca creímos que pudiera llegar a existir, porque ¿quién iba a ser capaz de hacer bueno a zETAp?
Pues
este desgraciado, que pasa por encima de todo y de todos para medrar, a la que
todo y todos salvo él se le da una higa, y que ya presume de controlar -por
decreto- los fondos que Europa destinará a España como consecuencia de la
pandemia. Para recuperarnos, dice; porque lo demanda la sociedad, proclama. Para
hacer lo que le dé la gana y como le dé la gana, calla.
Por ello, y por mucho más…
No hay comentarios:
Publicar un comentario