Este libro viene a ser la otra cara de la moneda del dedicado a la Compañía Crepúsculo. No en el sentido de contar los mismos hechos desde el lado contrario, sino en el narrar los avatares de una determinada unidad militar -como en el otro caso, la que da título al libro-, en este caso del Imperio. Y si a lo largo de la novela se refieren a esa unidad como Escuadrón Infierno, ¿por qué, por el amor de los midiclorianos, en el título lo llaman infernal?
Es una de las pocas novelas -si exceptuamos las que podríamos llamar biográficas- en las que los imperiales son los protagonistas. No los convierte eso en los buenos de la trama, pues se deja claro de qué parte está la justicia y la razón, pero sí son los que, en la última página, se han salido con la suya, aunque hayan dejado conocidos por el camino y no todos piensen como al principio (vale, esto lo sé porque he mirado en internet qué pasa con los personajes después de la última página).
Una última observación: para mí, lo que en Disney consideran canon es la versión alternativa; la verdadera historia es la que narra el Universo Expandido de toda la vida. Por ello, no compro novelas pertenecientes al canon oficial, salvo que transcurran antes del episodio VI y, por lo tanto, sean compatibles -desde un cierto punto de vista, que diría Obi Wan-Kenobi- con lo narrado en la etapa pre-Disney.
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