El desgobierno socialcomunista está llevando la política española a unas cotas de degradación difícilmente superables (aunque, como es bien sabido, todo es susceptible de empeorar). Sin embargo, de vez en cuando uno se lleva sorpresas agradables.
El
proceso de blanqueamiento de la banda terrorista de ultraizquierda -haciendo un
chiste macabro, podríamos decir que el mejor blanqueamiento se consigue con cal
viva- comenzó ya hace tres lustros, cuando zETAp y la Burra calva (uno por
acción, otro por silencio) consideraban a Arnaldo Otegi como un hombre de
paz.
Ahora,
esa escoria con forma humana -no, el circunflejo no; el otro- es un
interlocutor del Gobierno de España, y se permite ir por ahí pontificando sobre
la democracia. Pero ha llegado la Fiscalía del Tribunal Supremo y ha dado la
razón a Vox, solicitando repetir el juicio contra el terrorista convicto y
confeso por intentar reconstruir Batasuna.
Como
dije hace cosa de dos años tras las elecciones andaluzas, no sé lo que pasará,
pero el susto no se lo quita nadie.
No hay comentarios:
Publicar un comentario