El doblevarismo es algo bastante extendido en la clase política española, más aún si son de izquierdas. En realidad, estoy dispuesto a admitir que el último inciso de la frase anterior viene condicionado por mi sesgo ideológico, pero, como dijo una conocida mía hace tiempo (a propósito de otro tema), no me voy a bajar de la burra.
También
está bastante extendida la cara dura, y el descaro (vienen a ser términos
relacionados estos dos últimos, siquiera porque en los dos interviene el
rostro). Pero, que yo recuerde, nunca me había topado con una conjunción de
todo a la vez, con un tres en uno, podríamos decir. Al menos, en tan
alto grado.
La
Constitución establece que todos los españoles son iguales ante la Ley. Esto no
es cierto, porque los españoles de dos regiones -Vascongadas y Navarra-
disfrutan de un régimen no sé si tributario, económico o una mezcla de los
dos-, distinto y mejor que el del resto de los españoles. Supongo que fue una especie
de concesión para tener apaciguados a los partidos regionalistas de ambas regiones…
ya sabemos para qué ha servido, al final.
Ahora,
el desgobierno socialcomunista pretende lo que llama una armonización fiscal,
que consiste en subir los impuestos en aquellas regiones que voluntariamente
los tengan más bajos, para que así todas los tengan igual… igual de altos, se
entiende. ¿Todas?, que dirían en los tebeos de Astérix. No, porque las dos
regiones forales mantendrían sus privilegios. Y cuando al jorobado y jorobante
vicepresidente -al que, por razón de su cargo, el tema no tendría que irle ni
que venirle, pero que no puede evitar meterse en todas partes- se le plantea si
también van a obligar a los vascos, como a los madrileños, a pagar más
impuestos, su respuesta es que no porque, dice, es diferente.
¿No será que algunos son (o somos) más iguales que otros, Chepas?
No hay comentarios:
Publicar un comentario