En el propio encabezamiento de la lista de entradas digo que
En general, la idea base suele nacer de conversaciones que mantengo con familiares o amigos, aunque también puede ser que de repente me venga así, por las buenas, una idea (no vamos a decir que necesariamente brillante) que considere merecedora de un tratamiento al margen de lo cotidiano.
Naturalmente,
estas cosas ya me pasaban antes de empezar con esta serie; incluso, antes de escribir
en el blog de manera regular. Sin embargo, entre mitad de Octubre y mitad de
Noviembre, por circunstancias que no vienen al caso, tuve ocasión (¿necesidad?)
de escuchar la radio por la tarde, mientras iba en el coche. En esas ocasiones
hacía algo que ocurre con cierta frecuencia: es lo que, cuando mi padre me
pregunta, llamo discutir con la radio. Es decir, el locutor o los tertulianos
dicen alguna (a mi juicio) tontería o simpleza, yo reacciono… y luego pienso Eh,
este sería un buen tema para una de las ‘Reflexiones atemporales’…
Luego,
todo se trataba de que no se me olvidara, antes de llegar a casa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario