A fuerza de repetir sus mantras, mucho y muy alto, y de que los contrarios callen como pu… ñeteras gallinas, la izquierda mundial va consiguiendo imponer sus postulados como si fueran verdades incontestables. Para ellos son, realmente, dogmas de fe.
A ello ayuda bastante,
al menos en España, que la comunidad educativa esté trufada de izquierdistas. No
en vano, cuando la derecha ha promulgado alguna ley sobre la materia, las universidades
-por ejemplo- se negaron de plano a aplicarla.
Hay, sin embargo, excepciones,
voces que claman en el desierto y que se niegan a tragar con el adoctrinamiento
educativo que, norma tras norma, la izquierda pretende emplear para atontar a
la gente. O, en palabras de los resistentes, el potito ideológico que
los alcohólicos del poder quieren imponer.
Aunque lo mejor de las declaraciones es lo de Greta Zombie y el que Franco sea el comodín de la izquierda.
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