Como fanáticos de manual que son, los marxistas no admiten más verdad que la suya. Lo que hacen ellos es lo correcto y está justificado; pero si alguien les hace a ellos lo que ellos les hacen a los demás, y además lo hace por las mismas razones que ellos esgrimen, es como poco y de partida un fascista.
Tomemos el caso de la
recepción que Sus Majestades los Reyes de España, a quienes Dios guarde muchos
años, ofrecieron en el palacio de Marivent a la sociedad balear. Los podemarras
excusaron su asistencia apelando a sus convicciones republicanas.
Servidor es monárquico a machamartillo. Si Dios no lo quiera, en España se instaurara una república, y me viera en la tesitura de tener que saludar al Jefe del Estado, ¿qué pasaría si, apelando a mis convicciones monárquicas, le negara el saludo?
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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