jueves, 15 de septiembre de 2022

Un cuchillo oxidao

En la novela Shogun, de James Clavell, hay un diálogo entre Yoshi Toranaga y John Blackthorne en la que el japonés admite como única razón válida para rebelarse contra tu señor legítimo el acabar triunfando en la rebelión.

En este sentido, la rebelión de los territorios americanos de la Corona Española (no colonias, puesto que eran parte de España, y como tales enviaron representantes a las Cortes de Cádiz) quedó justificada por el triunfo final. Que los que promovieron tales levantamientos lo hicieran por motivos elevados y altruistas o, por el contrario, como agentes al servicio del Reino Unido, deseoso a la par de perjudicar a España y encontrar un mercado dócil, es otro asunto.

Pero el que triunfaran no implica que a los descendientes de los españoles de entonces nos tenga que sentar bien tal rebelión. Menos aún si los pretendidos libertadores, amén de ser criollos (esto es, blancos como la nieve, para nada mestizos y menos aún indígenas), resultaron ser unos asesinos de masas con ningún escrúpulo para quienes hasta cinco minutos antes, como quien dice, eran compañeros de armas.

Por eso, el que Su Majestad el Rey de España don Felipe VI, a quien Dios guarde muchos años, no se levantara al paso de la pretendida espada de Simón Bolívar -con la que ocurre lo mismo que con las calaveras de Billy el niño o de Pancho Villa, que las hay por todas partes-, máxime cuando la misma no es un símbolo oficial de Colombia, país en el que se encontraba para la toma de posesión de su presidente. Presidente que, siendo marxista, quizá debería repasar lo que el fundador de su ideología pensaba de su ojomeneado: que era cobarde, tirano, resentido, mezquino y mentiroso.

Naturalmente, a los marxistas de este lado del charco la reacción del Rey les sentó a cuerno quemado, y sus reacciones fueron de exigir una disculpa regia a echar de menos una guillotina: estos olvidan que la guillotina seccionaría cuellos de monarcas, pero que también acabó con la vida de más de un  revolucionario…

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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