Ya en tiempos de Felipe González -por muchos considerado el mejor presidente socialista de la democracia… para lo cual tampoco hay que correr demasiado, visto el nivel descendente que han exhibido sus sucesores- se presentaba al partido de la mano y el capullo como un vendedor de burras viejas y, además, lisiadas.
Recuerdo, de hecho, una portada del ABC, dibujada por el genial Mingote, en la que, junto a una jumenta coja, el que fuera Isidoro afirmaba que era simplemente que el animal tenía andares cadenciosos.
Cuarenta años después,
las cosas no han cambiado: lo único que saben vender los de Ferraz es humo y
demagogia: con el comienzo de la temporada liguera, el fútbol del fin de semana
anuló el ahorro (es un decir) que habrían supuesto tres meses de cortes de luz en la Gran Vía madrileña.
En tiempo de rojos, hambre
y piojos, dice el dicho. También podría decirse que hambre para hoy y hambre
para mañana…
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