Este es uno de esos libros, pensaba antes de comprarlo, que todo buen aficionado a la ciencia ficción dura debería tener en su lista. No en vano, está escrito por dos luminarias del género -Larry Niven y Jerry Pournelle-, y una tercera -Robert A. Heinlein- la consideró como la novela de primer encuentro definitiva.
La trama, en efecto, versa sobre
el primer encuentro de los seres humanos -ya extendidos por el espacio- con
otra especie inteligente. Esta especie, por circunstancias astronómicas, se ha
visto atrapada en su propio sistema solar, lo cual conduce a consecuencias que
no revelaré aquí.
Al modo de Psicosis, desde
bastante pronto el lector está al tanto del peligro que suponen los pajeños (probablemente
la traducción original sería los moteños) para la humanidad, peligro del
que no están al tanto los personajes hasta casi el final de la novela, final lo
bastante abierto como para propiciar una continuación que finalmente tuvo lugar
un cuarto de siglo después.
A señalar que, dado que los pajeños se reproducen prolífica y rápidamente, mentalmente he tendido a imaginármelos como mogwais de metro treinta de altura, por más que haya diferencias entre unos y otros (los pajeños tienen dos brazos derechos y sólo una oreja, la derecha).
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