jueves, 31 de agosto de 2023

¿Por qué, por qué, por qué?

Históricamente, en la derecha española posterior a la instauración de la democracia ha habido pocos políticos sin complejos hasta la llegada de Vox (aunque en esta entrada no voy a hablar de ese partido). Cosa extraña, porque si hay una ideología que debería avergonzarse de su origen y trayectoria, sobre todo en España, es la izquierda, tanto más cuanto más hacia el extremo (o no), aunque tengo conocidos que opinarán probablemente lo contrario (sí: se declaran de izquierdas).

Incluso alguien como José María Aznar dijo cosas como que hablaba catalán en la intimidad (a saber qué pensaría de semejante frase su mujer, Ana Botella), o mencionó a un tal movimiento de liberación nacional vasco, cuando nunca ha habido una nación vasca, ni necesita ser liberada, ni era un movimiento, sino una banda terrorista y asesina (de ultraizquierda, para más señas). De hecho, en el momento presente sólo se me ocurre una persona sin complejos en el partido con sede en Génova 13, y es Isabel Díaz Ayuso.

A lo que voy. Tras las elecciones generales celebradas hace poco más de cinco semanas las cosas quedaron tan ajustadas que no está claro quién será finalmente investido presidente del Gobierno (si es que lo es alguien), aunque si hubiera que apostar por alguien sería el psicópata de la Moncloa el que tendría más papeletas, dada su absoluta falta de escrúpulos a la hora de conceder cosas para seguir detentando el poder.

Quizá por esa indeterminación, o por el acomplejamiento antedicho, o por una mezcla de ambas circunstancias, el presidente de los populares, Alberto Núñez Feijóo, ha dicho que está dispuesto a hablar con todas las formaciones políticas, salvo con el partido de ETA (la expresión es mía, claro). Eso incluiría a los jotaporcatos.

Semejante declaración, según dicen, ha causado malestar interno en el partido, porque blanquearía a Cocomocho y legitimaría a Sin Vocales. Que, se me ocurre, más que legitimarle lo que le daría es una excusa (¡cómo si las necesitara!) para negociar con Waterloo.

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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