Einstein dio como definición de estupidez el pretender conseguir resultados distintos haciendo siempre lo mismo. Según esa premisa, la izquierda es estúpida en materia fiscal, y la española la más estúpida de todas.
Viene esto a cuenta de la
inveterada costumbre de los gobiernos izquierdistas españoles de subir los impuestos
a las primeras de cambio… y de seguir haciéndolo después. De nada sirve que,
vez tras vez, lo efectivamente recaudado quede muy por debajo de lo que
previeron: ellos volverán a subirlos, asegurando que, esta vez sí, recaudarán
lo que dicen que recaudarán. De nada sirve que Laffer ya expusiera hace tiempo
-ya sea una teoría con fundamento científico, ya sea un simple unir los
puntos- que, a partir de un cierto tiempo, un aumento en la tasa impositiva
conduce a una disminución en los ingresos tributarios: ellos seguirán subiendo
los impuestos, convencidos de que, cuando más exijan, más sacarán.
Y mientras, los hechos, testarudos,
demuestran que se encuentran en un error: la llamada tasa Tobin,
establecida por el desgobierno socialcomunista que tenemos la desgracia de
padecer y llevada a cabo por la titular de Hacienda y anterior portacoz
del consejo de ninistros, no ha recaudado ni la cuarta parte de lo previsto.
Pero ellos, erre que erre y dale que dale… y esquilma que te esquilma.
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