martes, 12 de octubre de 2021

Reflexiones atemporales LXXII - Religión laica, valga el oxímoron

He leído ya por ahí unas cuantas veces que los marxistas pretendieron derribar el cristianismo -aunque Marx dijera que la religión es el opio del pueblo, sólo en países de tradición cristiana (Rusia, España, los de Europa Central) se eliminó la religión del tablero de juego, mientras que en países musulmanes (pues buenos son los seguidores del pastor de camellos) lo que se ha hecho es una especie de mezcla, de Libia a Irak-, no para crear una sociedad sin religión ninguna, sino para implantar su propio credo.

Un credo que es una especie de reflejo entre patético y demoníaco, pero siempre distorsionado, del cristianismo, con sus dogmas, su clero (el Partido), su sumo pontífice (el secretario general que toque, llámese gran timonel o supremo líder) y hasta sus infieles a exterminar (potencialmente, todos los que se le opongan o, simplemente, no lo compartan).

Lo malo es cuando pasan de lo fanático a lo patético, y pretenden hacer un mutatis mutandis sin cambiar ni una coma. Y así tenemos bautizos laicos, primeras comuniones laicas y, agárrate que vienen curvas, unas fiestas alternativas al Pilar para honrar a Venus y al Ebro.

Ha sido por pura casualidad, hasta donde se me alcanza, que esta entrada salga publicada precisamente el día de la Virgen del Pilar, patrona de España, día de la Hispanidad y aniversario del descubrimiento de América. Una coincidencia afortunada, como dicen en La Comarca (escribo de memoria).

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
¡¡¡VIVA LA FIESTA DE LA HISPANIDAD!!!
¡¡¡VIVA LA VIRGEN DEL PILAR!!!

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