El artículo 3 de la Constitución española de 1.978 establece en su apartado primero lo siguiente:
El castellano es la lengua española oficial del Estado. Todos los españoles tienen el deber de conocerla y el derecho a usarla.
A continuación, el apartado
segundo añade:
Las demás lenguas españolas serán también oficiales en las respectivas Comunidades Autónomas de acuerdo con sus Estatutos.
La última vez que miré, esos dos
artículos seguían vigentes. Por ello, que secesionistas y neocom
planteen poner el dialecto del occitano que se habla en Barcelona, el vascuence
de laboratorio que nadie habla y el gallego (no se me ocurre un modo despectivo
de referirme a él) a la altura del español en el Congreso de los Diputados no
es que sea sólo una soberana estupidez... que lo es.
Es que, además, es inconstitucional.
No hay comentarios:
Publicar un comentario