La nueva eminencia gris del desgobierno socialcomunista que tenemos la desgracia de padecer, Félix Bolaños, ha reprochado a Vox que pretenda resolver a bofetadas el conflicto en Cataluña.
Y si lo que dice el suciolisto
es cierto -sí, ya lo sé, es algo bastante improbable que un político
español, no digamos ya si es de izquierdas, diga algo que se acerque
mínimamente a la realidad-, pues resulta que no puedo estar más de acuerdo… con
Vox.
Porque el problema con los
golpistas catalanes es que son como niños consentidos, a los que se lleva cuarenta
años satisfaciendo todos sus caprichos. Y, claro, eso los ha malcriado, y están
acostumbrados a salirse siempre con la suya (en este caso, la suya es lo
nuestro).
Ocurre como con los niños: un par de azotes dados a tiempo evitan que se te suban a las barbas. De igual modo, como no se les dio en su día ese par de azotes, es probable que no quede más remedio que soltarles un par de bofetadas (o una manta de sopapos), a ver si así adquieren un poco de sentido común.
No hay comentarios:
Publicar un comentario