En todo el asunto del secesionismo catalán, ninguna de las dos partes que intervienen -el desgobierno socialcomunista que tenemos la desgracia de padecer, por una; los golpistas, por otro- actúan en función de intereses elevados o altruistas, sino por algo mucho más mundano y prosaico: seguir, aunque sea cinco minutos más, en el poder.
Y si para ello el psicópata de la
Moncloa se tiene que bajar los pantalones hasta niveles más que pornográficos,
los golpistas no son menos; y aunque se odien a muerte unos a otros, ante las
hordas rugientes que han azuzado tienen que mostrar, para que no les devoren, una
apariencia de unidad de destino en lo universal, de compromiso con la
independencia, de firmeza.
Y así, el presidente del consejo
regional de gobierno avisó a Sin vocales que la mesa no es de diálogo,
sino de negociación (la firmeza), al tiempo que pedía el indulto anticipado
para Cocomocho (la unidad de destino).
Pero como siempre hay un verso
suelto, dentro de unos días veremos que esta petición trajo cola…
No hay comentarios:
Publicar un comentario